Cónica de Concierto- Foo Fighters en México

«El Rock de Estadio ha regresado».

Viernes 13 de Diciembre. Llegamos temprano al Foro Sol, queríamos ver a Apolo, pero el grupo solo fue invitado el miércoles. Entonces lo único que quedaba era esperar mientras veías como la gente llegaba y las chelas atacaban como pirañas, se está volviendo incómodo.

The National sale, banda sólida; con un sonido definido y de buena calidad, pero algo aburrido. Para mucha gente no era más que la música de fondo de la peda, pláticas y pláticas, chelas y chelas. En el escenario las cosas se empezaron a calentar entre más se acercaba el final y el sonido aburrido comenzó a ser entretenido. Arriba se veía a un profesor universitario dando unos gritos ásperos y roncos, agarrando el micrófono con fuerza. Tomó una confianza supra natural y demostró que hasta los intelectuales saben cómo rockear cuando se metió caminar entre la gente por canciones enteras.

The National concluyó, me dejó una buena oída. De pronto el lugar se empieza a llenar, y las pirañas cheleras aprovechan la cantidad de nuevas presas que llegan a su territorio.

Aparece Foo Fighters, la intensidad sube hasta los cielos, “All my life” es la carta de presentación, dando una introducción a lo que nos esperaba en la noche: Guitarreo extremo e improvisación señorial. A la altura de “Pretender” se empieza a ver que estos chavos van en serio, empiezan a demostrar por qué gente de otras ciudades de México y de Latinoamérica se desplazaron hasta el DF a verlos.

“Learn To Fly” me recuerda aquellos tiempos en que descubrías buena música gracias a MTV, y me hace realizar que los Foo han estado rondando mi espectro musical desde la primaria. Ni siquiera entendía el video, no tenía idea que era lo que Jack Black había echado al café.

“Arlandria” genera una oportunidad para empezar a hacer coritos. “Breakout” pone las cosas guitarreras y slamescas. No era posible controlar mi cuerpo. Cantar “dale dale dale, no pierdas el tino…” unísonamente a la banda para que rompieran la piñata (les costó trabajo, pero se pudo gracias a la guitarra de Pat Smear) fue un detalle muy especial.

Después de unas chelas la ida a los baños es justa y necesaria. Es decepcionante ver que simplemente por mear sufres discriminación, no fui merecedor de derramar la piss al lado de los seres superiores de General A.

El descubrir que, por la ida al baño y el intento fallido de comprar una chela del vaso de plástico, te perdiste el momento en que Dave Grohl fue sobre la plataforma a unos escasos metros de donde estabas.

Es un grupo ruidoso, pero desde ese ruido, pueden sacar canciones con un tempo más sereno como “Skin and Bones” y el cover “Young Man Blues” que toman sonidos country, bluseros y hasta un poco de jazzeros. Enseñan su lado Rocanrolero.

Al momento de despedirse con “Best Of You” fueron sorprendidos por el público que no dejaba de corear la canción, sus ojos quedaron a una maroma de hormiga de sacar lágrimas. La gente no dejó de corear hasta que empezó el Encore, Dave llega con una guitarra acústica y demuestra el gran rockstar que es. Glorificándose con sonidos acústicos, llevó la música a una dimensión más personal.

La intensidad nunca bajó. Esas guitarras y sus efectos con triangulaciones y reverbs hacían juegos musicales, subidas y bajadas, llenos de improvisaciones e integraciones con el público. La intensidad de la batería solo podía compararse con la intensidad que se veía en la mandíbula trabada y apretada de Taylor Hawkins al usar esas baquetas. Y el buen bajo, que tiene un trabajo muy difícil al sobresalir entre tanto ruido de guitarra, labor que realizó con eficacia y muy buena destreza. Este conjunto generaba canciones infinitas, pero engatusadoras. La eternidad que duraba cada canción era más que emocionante. El Rock de Estadio ha regresado.

Sábado 14 de Diciembre. Salimos muy temprano por la madrugada del Foro Sol, de regreso a la realidad. Cansados y algo extasiados gracias al espectáculo que tuvimos la ventaja de ver. Un concierto que deja la vara muy alta.

Arrepentidos se fueron Foo Fighters de haber esperado casi veinte años para venir a destrozar México.